Cómo ser productivo
1. Comienza antes. Si puedes, prepara tu ropa y las cosas que necesitas para el día siguiente. No invertir tiempo en esto, te ayudará a que la mañana fluya mejor.
2. Toma más tiempo del que necesitas. Si necesitas una hora en las mañanas, agrega un poquito más. Desayuna algo saludable y tómate tu tiempo para disfrutarlo. Cuando sales de casa con calma, evitas entrar al tráfico corriendo, comiendo y manejando al mismo tiempo, aventando el coche o manejando súper rápido. Este tiempo adicional te permite ser un conductor más educado y al mismo tiempo te da la sensación de que aplicas estos momentos con “mindfulness”. Tal vez has escuchado el término, éste ha sido traducido de diferentes formas, pero la traducción más coloquial es “atención plena” y proviene de las traducciones que se hicieron de la palabra “sati” en los tiempos en que el Buda comenzó sus enseñanzas. “Sati” proviene del verbo “sarati” que significa rememorar o recordar. Vivir con mindfulness pues, es nuestra capacidad de vivir plenamente el tiempo presente y observar cada cosa y acontecimiento con atención. Algunos ejemplos de mindfulness en la vida diaria son: cuando vas en el tráfico, pero “estás en el tráfico”, observas las personas a tu alrededor, los árboles en las avenidas, los pequeños vendedores ambulantes y el rostro de los niños que juegan en la calle, o por ejemplo, cuando vas al súper y “estás en el súper”, observas y escuchas a las personas que te ofrecen algún producto, observas a la gente que está en la fila, aprecias los olores de la comida para llevar, etc. El truco en esto es que vivas cada momento con atención plena.
No subestimes el valor que te agrega el tomar tiempo adicional para tu jornada de trabajo, este tiempo no solo influye en tu tranquilidad, sino que te ayuda a estar de mejor humor.
3. Has listas. Ordena las cosas que debes hacer durante el día y llévalas a cabo.
4. Aplica la regla del 80/20. Como diría Brian Tracy en su libro “Tráguese ese sapo”, la famosa regla de Vilfredo Pareto del 80/20 aplica para cada día de trabajo. Es decir, en tu lista hay una o dos actividades (20%) que son las más importantes y que de ellas dependen los mejores resultados. Normalmente son las más difíciles, por lo que, la recomendación es comenzar por éstas tareas hasta que las acabes y luego seguir con el resto de tus actividades en la lista (80%), que normalmente son las más fáciles o las más tediosas. Un mal ejemplo de esto sería, llegas a tu trabajo y comienzas el día respondiendo tus mails (80%) y cuando menos piensas, ya se te fue media mañana. Luego te vas a comer y tu presentación con un director de área o con un cliente que deseas ganar (20%) sigue en la lista de tareas. En la tarde, como es natural, te sientes algo cansado y decides que la presentación la harás al día siguiente, hasta que te queda tan poco tiempo que llegas a la presentación sin estar 100% preparado y esto afecta en tus resultados e impresión que das a la gente.
Recuerda aplicar esta regla, comienza y termina las tareas de mayor impacto cada día.
5. Felicítate y has un alto. ¡Cuando hayas logrado algo especial, no esperes a que alguien te felicite por ello, hazlo tú mismo! Puede ser con un delicioso té, un paseo caminando o un libro interesante. Algo pequeño que no te cueste, pero que te permita sentir esa satisfacción de que lograste algo que era importante y disfrútalo con mindfulness.
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Coach personal, Liliana Franco.
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