Qué es la esclavitud?
La esclavitud es considerada actualmente como un crimen contra los derechos humanos y las prácticas de la Edad Antigua sobre aprovechar al hombre de forma coercitiva como mano de obra barata o trueque parecen haber quedado en el olvido.
Ahora podemos disfrutar de una amplia capacidad para actuar según nuestra propia voluntad. Gozamos de libertad de elección para tomar el camino que consideramos adecuado para nuestras vidas.
Ese derecho de libertad lo hemos adquirido desde el nacimiento y esta presente durante toda nuestra existencia. Sin embargo, el sistema económico y social actual nos plantean una forma de vida que más que atractiva podría ser obligatoria.
Quizás muchos estemos de acuerdo en que hay que trabajar y producir para obtener los recursos necesarios que cubrirán nuestras necesidades básicas.
Con esta idea en mente y con el paso del tiempo, repetiremos nuestras actividades una y otra vez hasta que los días se vuelvan una misma imagen de aquello que "elegí libremente como forma de vida".
Si en algún momento deseas salirte de ese camino porque consideras que ya no te brinda satisfacción personal o profesional, tal vez esa decisión sea más difícil de tomar de lo que crees, pues podrías ser un esclavo moderno.
Un esclavo moderno es aquella persona que se ha dado cuenta que sus decisiones no son sus decisiones propiamente, que actualmente alguien más podría estar decidiendo por él. Puede ser una empresa, la sociedad, un estilo de vida, las necesidades básicas y de salud que se deben cubrir o cualquier aspecto demográfico.
El esclavo moderno se siente atrapado emocionalmente. Aunque parecería que cuenta con la libertad propia de tomar decisiones, no es así y continúa por muchos años atado a un trabajo o grupo de personas con el fin último de poder seguir subsistiendo como hasta ahora.
Entonces, ¿cuáles son las diferencias de la esclavitud antigua a la moderna?
Ciertamente, después de tomar conciencia sobre nuestra realidad actual, hay que trabajar en nuestro estado deseado para salir de ese patrón que está causando daño.
¿Cómo hacerlo?
A continuación te comparto algunas ideas:
1) Tu vida es valiosa y no tienes que demostrar nada a nadie, recuerda que tu historia es tuya e irrepetible.
2) No permitas que la opinión de otros te afecte o dicte tu rumbo.
3) Reflexiona sobre tu vida actual, ¿tienes la forma de vida que deseas?, ¿qué cambios quieres hacer?, ¿cuál es la razón de no llevarlos a cabo?, ¿cuánto tiempo llevas así?.
4) Realiza un plan de acción y establece un tiempo de logro.
5) Mide tu progreso.
Recuerda que somos nosotros mismos quienes podemos romper las cadenas que se han ido formando alrededor nuestro, trata de viajar ligero y ámate cada día más.
Coach personal, Liliana Franco.
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